Tango y salud
Late un corazón
Eduardo San Pedro
esanpedro@clarin.com
Un sorprendente relevamiento en la Argentina
Para los argentinos, el tango también fue motivo de estudio científico. En 1999, la Fundación Favaloro realizó un relevamiento sobre 10 parejas con un promedio de 50 años para saber qué ocurría
fisiológicamente con los bailarines mientras estaban en la pista.
Los resultados, monitoreados por el cardiólogo Roberto Peidro, fueron sorprendentes. Demostraron que bailar tango tiene valores similares a los que se recomiendan a los pacientes para prevenir
enfermedades cardíacas. Es decir, ayuda a disminuir la frecuencia cardíaca de reposo y aumentar la cantidad de sangre que el corazón expulsa en cada latido. De ese modo, la eficiencia cardíaca es
mayor "gastando" menos energía para trabajar.
En el sistema circulatorio, además, contribuye a la reducción de la presión arterial, a aumentar la circulación entre los músculos y a disminuir la formación de coágulos dentro de las arterias. Y
todo eso ayuda nada menos que a prevenir infartos y trombosis cerebrales. ¿Cuánto bailar? Tres veces por semana entre 45 y 60 minutos. Es decir, sacarle viruta al piso lo más que se pueda.